Proyección audiovisual

Según Lynch, “un misterio sobre una mujer metida en grandes dificultades”. Realizada en formato digital, protagonizada por una actriz, Nikki (Laura Dern), funciona a modo de fascinante síntesis de sus preocupaciones formales y temáticas, dueño de un universo bien particular que entrecruza presencias sensoriales y magnetismo del subconsciente, tendencia a la abstracción con el perturbador influjo de los espacios y el uso no verbal de la palabra, sentenciando de modo magistral todo relato tradicional. Considerada por “Cahiers du cinéma España” la mejor película de 2006.

Miren pone una denuncia a su marido después de treinta años de matrimonio por violaciones continuadas. Su decisión le suponen dejar el domicilio familiar y debe buscar trabajo después de tres décadas dedicándose en exclusiva al cuidado de los hijos, ya mayores. Estos, incrédulos al inicio, deberán también reconsiderar las circunstancias en las que fueron educados y decidir cómo relacionarse con el padre.

Miren pone una denuncia a su marido después de treinta años de matrimonio por violaciones continuadas. Su decisión le suponen dejar el domicilio familiar y debe buscar trabajo después de tres décadas dedicándose en exclusiva al cuidado de los hijos, ya mayores. Estos, incrédulos al inicio, deberán también reconsiderar las circunstancias en las que fueron educados y decidir cómo relacionarse con el padre.

Una historia de amor y autodestrucción, inspirada en la música y la vida de Robert Wyatt y ambientada en la cultura hippy de los 70, que fue nominada a la mejor película de animación en los Goya 2024.

En ella, las drogas transforman un verano apasionado en una auténtica pesadilla cuando la pareja protagonista se sumerge en una espiral de euforia y angustia y que abarca dos líneas temporales en la vida de Wyatt: su estancia en Mallorca y el periodo posterior a su accidente en Nueva York.

Contestada Palma de Oro en Cannes, que provocó críticas furibundas. Quizá el argumento de un presidiario que escapa con su novia a California mientras su suegra contrata a un asesino a sueldo para darle caza y quitárselo de en medio no convenció a algunos –curiosamente, en el mismo año en que los hermano Coen arrasaban con su posmoderna Muerte entre las flores–. Que reo y sicario estuviesen interpretados por unos desenfrenados Nicolas Cage y Willem Dafoe sin duda no ayudó a acallar las voces más acomodaticias.

Voy tras los pasos de Isidro Velázquez, el último gauchillo alzado de la Argentina y, como la búsqueda del tiempo perdido siempre es errática, ¿voy realmente tras los pasos de ese fugitivo de la justicia burguesa? ¿O es que voy tras mis pasos, tras mi herencia? Viajo a Chaco, a Cuba, busco una película desaparecida, busco en archivos fílmicos cuerpos en movimientos que me devuelvan algo de lo que se fue muy temprano. ¿Qué busco?

Un reconocimiento a las creadoras y divulgadoras de la música tradicional gallega. Lévame a idea es un reconocimiento profundo y necesario a las mujeres, auténticas protagonistas en la creación, recuperación y divulgación de la música de tradición oral y la poesía popular gallega.

La película que definió definitivamente el estilo lynchiano. Un joven encuentra una oreja humana en su jardín, lo que lo conduce a una enmarañada intriga difícil de descifrar. Entre el neo-noir y el thriller psicológico, con notas de negrísimo humor, Lynch compone una cinta insidiosa y enfermiza que tiene un tono de pesadilla, el de ese ambiente suburbano tan yanqui que conduce a muchos a la locura; un universo en el que, partiendo de lo cotidiano, se tocan tenebrosos recovecos de la mente que, por momentos, ni son de este mundo.

Proyecto de serie frustrada para la cadena ABC, de la que se rueda un episodio piloto, completado con la participación de inversores franceses. Levemente inspirado en dos dos filmes predilectos de Lynch (“El crepúsculo de los dioses” de Wilder; “Persona” de Bergman), extrema los descubrimientos de “Carretera perdida” y preludia “Inland Empire”.

Road-movie lésbica a modo de utopía erótica-libertaria. Ejercicio de pornografía que ataca y subvierte la representación del cuerpo y deseo femeninos impuesta de forma mayoritaria por el heteropatriarcado. Con una desprejuiciada mirada que deconstruye los modos del porno mainstream, Carri cuenta con un elenco diverso, con cuerpos que escapan de lo normativizado, y que reivindican una sexualidad libre y sin tapujos desde un compromiso militante.