Vaites, rapariga!
Están las novelitas de vaqueros. Esos clásicos libros finitos de la colección ESTEFANÍA. Están los westerns del cine, que llegaron a nosotros excelentemente doblados al gallego. Y por supuesto, están los westerns modernos. Todos tienen elementos comunes: hay cierta violencia, el paisaje tiene un papel fundamental, las villas son pequeñas, el epicentro es la taberna, dispútan el poder, el orgullo y el territorio, las bandas sonoras son épicas, los protagonizan personajes rurales que andan con el ganado y muchas veces tiene peso el humor negro. Además todos ocurre en el oeste.

