Sandro Botticelli, entre lo profano y lo sacro
El pintor florentino Alessandro Filipepi, conocido como Sandro Botticelli (1444/1445-1510), pasó de gozar de considerable fama en vida a caer en un cierto olvido hasta que en el siglo XIX su memoria fue recuperada con entusiasmo, para convertirse entonces y hasta nuestros días en uno de los creadores más admirados del Renacimiento. Tras formarse con Filippo Lippi, emprendió una prolífica carrera autónoma que le llevó a dirigir un importante taller en su Florencia natal capaz de competir con los de maestros como Perugino gracias a sus apreciadas invenciones y a su cuidada ejecución técnica.