Malasömbra + Tovales
Como siempre, al principio no había nada de nada, menos nada, que ya es algo. Solo llovió; una lluvia tenaz y persistente, casi compostelana. Así, lloviendo implacablemente, tuvo que aparecer el reumatismo. Pero como se solo no había podido existir, se desarrolló alrededor de su perímetro el primer ser que podría padecerlo, el gigante Fulan. Sus primeras palabras fueron: "Home, muy bonito, muchas gracias, eh!" Dolí y derramando lluvia!

