Rodesindo da barrosa
El protagonista es un afilador que, en pleno siglo XXI, percorreo caminos y corrredoiras gallegas ejerciendo su profesión: gobierna todo tipo de aparatos, capa todo tipo de mamíferos, afila cuchillos, tijeras, navajas... arregla virgos y concencias, les coge puntos a las medias, hace "piercings" con alambre del Carballliño, etc. Llega a la plaza o la un cruce de calles con su rueda de afilar y, ayudado por el silbato de buxo, hace reclamo al vecindario y a los feriantes para que le lleven las herramientas a afilar. Pero su labor no queda ahí.