Teatro

El íntimo se hace público
Acompañados por la música en directo del Trío Caspervek, Cine Sticado vuelve a la carga con un emocionante viaje por el íntimo de la memoria a través de un vistazo poético que recuerda, que descubre, que transforma.
PYKA es la historia y el remake de una película desaparecida. El punto de partida es un relato familiar de Helena Varela que sitúa su abuela Gelines cómo única testigo de una película de animación del director de cine Sergei Eisenstein, en colaboración con Olga Lebèdev, y de la cual solo queda un documento sonoro y su título: PYKA.

Quien manipula los hilos?
El Colectivo Cine Sticado sigue jugando con su cacharrada analógico-digital para componer con intriga, humor y magia una aventura que gira en torno a la manipulación y el poder, y la posibilidad de combatilos.
Dos frikis humanos tienen la misión de hacer una película, una selva está a punto de desaparecer, dos fuxitivos esperan en una casa aislada, un Ministro y su hijo ambicionan el poder, y en medio de todos ellos... un maletín.

Prepárate para entrar en un mundo que nunca antes habías visto. Intriga, corrupción, asesinatos… y una huida inesperada. Querrás ver más. Un hombre sigiloso ( Mirlo) y una mujer soñadora ( Rula) cruzarán sus destinos en una huida inesperada por culpa de un secreto a voces, una huida teñida de intriga y sangre en un mundo en desequilibrio con la naturaleza y los derechos sociales y repleto de corrupción política.

Unos feriantes llegan a lo que llaman hogar luego de un día de trabajo. Son Camilo y Tomás, dos titiriteiros que llevan el mismo espectáculo una y otra vez por las villas del país. Acarrean a espaldas un enorme "tutilimundi". La disyuntiva de abrirlo lo convierte en una caja de pandora latente.

Carolina viaja hacia los Estados Unidos. Daiana, la bisneta de una emigrante gallega, ven de la Argentina. Comparten asiento en el aeropuerto. Entre ellas, miles y miles de caminos.

Caminos que unen las aldeas con las ciudades. Los poemas de Rosalía con la música electrónica. El spinning con el churrasco. Las fotos giradas sepias con las que acabamos de colgar en el Facebook.

Caminos que unen el que fuimos con el que deseamos ser.

Todo indica que el futuro de la lengua gallega es incierto. A pesar de los niveles de proteccion legal del idioma, y casi dos siglos de resurgimiento civil y literario, el descenso de hablantes es evidente, con gran incidencia en las nuevas generaciones de gallegas y gallegos. Pero a pesar de los análisis socio-linguisticos, la lengua sigue viva y reclama su lugar natural en nuestras vidas. Atravesada por conflictos de larga fecha y ciertamente mareada por los avatares de la politica, la lengua espera siempre en algún punto del camino.

Tres actores. Tres perros. O tres actores que hacen de perro. Sin dejar de ser actores. Sin dejar de ser perros. Están recluidos en un recinto que les preparó su amo. Muy grande, muy cómodo, muy ameno, muy limpio... pero recinto. Bien tratados, bien atendidos, bien alimentados, bien acariciados... pero recluidos. Fuera del recinto está la libertad. Con sus malestares, sus incertidumbres, sus problemas, sus peligros... pero libertad. Cada uno de los tres afrenta el conflicto segundo su personalidad. O segundo su canalidad. Y todo va derivando cara una tragedia...

Margot, madre de Loló, se queda en el paro y decide instalarse en casa de su hija, a un océano de distancia. Pero lo que parecía una idea genial que ayudaría a juntar una familia desestructurada desde siempre, enseguida muda en desastre.

Xulia y Román acaban de conocerse y el primer watsapp no tarda en llegar: ¿Quedamos? ¡Venga, sí! Pero, ¿cuando?? Hijas y hijos de parejas anteriores. Madres divorciadas. Abuelos en la residencia. Adolescentes con el pavo. El pequeño con la crisis de los 8. Los mayores con la de los 40, con la de los 50, con la de los 60. Clases de yoga para liberar el estrés, patinaje artístico los lunes, danza jazz los martes. Y ser taxista. De las hijas, de los hijos, de las hijas de los demás, del padre, de la madre, de la abuela, de los primos. Y los deberes.

Minia, una mujer ahora adulta, llegará este otoño a cinco ayuntamientos de la Red de Dinamización Lingüística acompañada de los juegos que hacía de pequeña y de muchas cajas de tarjeta que encontró en el almacén donde enredaba de niña. Son cajas aparentemente inútiles, pero que la llevan a recordar las aventuras y personajes que creaba con ellas y que le permiten transformar el espacio en que está en los diferentes ambientes imaginados.