Falar por falar
Todo indica que el futuro de la lengua gallega es incierto. A pesar de los niveles de protección legal del idioma, y casi dos siglos de resurgimiento civil y literario, el descenso de hablantes es evidente, con gran incidencia en las nuevas generaciones de gallegas y gallegos. Pero al otro lado de los análisis socio-lingüísticas, la lengua sigue viva y reclama su lugar natural en nuestras vidas. Atravesada por conflictos de larga fecha y ciertamente mareada por los avatares de la política, la lengua espera siempre por nosotros en algún punto del camino.