Evento: Os dous de sempre. O regreso

'Producións Teatrais Excéntricas' construyó sus últimos éxitos adaptando para el teatro grandes figuras de la literatura gallega. La teatralidad de O porco de pé de Risco y O Auto do Castromil de Manuel María, hicieron las delicias del público asistente a las más de 120 funciones por toda la geografía gallega. Ahora le tocó la vez a Castelao.

Mucha gente, cuando escucha la expresión “Os dous de sempre”, en lo primero que piensa es en Mofa e Befa. Y a Castelao no le parece mal. El dúo cómico fundado hace treinta años por Evaristo Calvo y Víctor Mosqueira son parte del fecundo río del humor gallego que tiene su fuente en los bufones y en el escarnio medievales, y al que también pertenece el humor de Castelao. Mofa e Befa pertenecen a la estirpe de los payasos de circo, de los artistas del cine mudo, de los canallas del cabaret. Ahora se deciden a encarnar dos personajes de papel, concebidos por un humorista gráfico: Os dous de sempre.

Pedriño y Rañolas son contradictorios, extremos, antagónicos, polarizados…pero amigos. Uno es el arriesgado soñador (una forma del idealismo) y el otro es un pancista pusilánime (una forma del materialismo). Esta oposición entre cuerpo y alma, entre estómago y corazón aparece en otras parejas famosas, como Quijote y Sancho Panza, en Jacques el Fatalista y su patrón o Don Celidonio y el Doctor Alveiros, de Risco. Pedriño y Rañolas entran en este selecto club, unidos a una montón de payasos anónimos, artistas populares que corrieron las fiestas y romerías y que Castelao admiró con compasivo humor.

Los payasos son criaturas hechas de mezclar un loco y un niño. Para hacer un bufón hace falta, además, un animal, el animal que todos llevamos dentro. Niños, Locos y Animales componen el rico universo humorístico de Castelao, su retábulo de la risa absoluta, de la comedia humana del pueblo gallego. Mofa y Befa va a meter todo este universo humorístico en las figuras de Pedriño y Rañolas. Os dous de sempre son como hermanos siameses, un cuerpo que se escinde por el bisturí del doctor Castelao, y que andan los dos por el mundo, incompletos, intentando reencontrarse y conformar de nuevo un cuerpo único, armónico, en el que una parte roba manzanas, y la otra, las come.