Evento: The Illiac passion

Estados Unidos, 1964-1967

Dirección y producción: Gregory J. Markopoulos.

Duración: 91 minutos. 

De niño, sus padres lo agasajaron con una cámara. De adolescente, en un cuaderno azul (50 x 50 cms) con letras doradas dactilografió un primer guión, en que Prometeu agrilloado se mezclaba con cierto tono surrealista provocado por sus viajes a California. Veinte años después, Markopoulos había acumulado cinco volúmenes de notas, conservando de la obra de Esquilo sólo a Io, quien se transformó en porcelana, Poseidón, interpretado por un Warhol submarinista que pedalea en una bicicleta estática y Prometeo, a quien intenta tocar, recostado desnudo. Los mitos de Narciso-Ícaro-Dédalo-Apolo-Venus-Adonis-Orfeo-Zeus, puntos de partida eróticos para divagar por la emoción de unos actores a su imagen modelados -Jack Smith, Taylor Mead, Gerard Malanga o Paul Swan, sonados miembros de la escena neoyorquina- forman un tejido de escenas deslocalizadas alrededor de Central Park; agrilloados, liberado en diferentes versiones, transformados en moléculas, estos cuerpos, signos del deseo o binomios opuestos (Demonio/Musa) riman con la musicalidad de las lentes elegidas o la lectura pausada de Markopoulos de la traducción de Thoreau. La imposibilidad de realizar una copia de la primera versión de tres horas -remontada en menos de dos días- es una de las renuncias que acabaron con la marcha de Markopoulos a Europa.