Evento: TECEDEIRAS: FUNCIONALIDADE E CREATIVIDADE. FÍOS DE VIDA
TECEDEIRAS: FUNCIONALIDADE E CREATIVIDADE. FÍOS DE VIDA
La colección de Manuel Rodríguez Calviño es el resultado de casi treinta años de investigación sobre la producción textil en Galicia. A día de hoy, la colección está formada por más de ciento setenta piezas de tejido popular gallego, entre las que destacan los más de ciento diez cobertores y alfombras. Se trata posiblemente de una de las mayores colecciones privadas en Galicia, en la que están presentes obras de toda la geografía y están representadas la práctica totalidad de las técnicas, tejidos y materiales empleados por nuestras tejedoras hasta bien andada la mitad del siglo XX.
La muestra TECEDEIRAS: FUNCIONALIDAD Y CREATIVIDAD. HILOS DE VIDA gira alrededor del trabajo de las tejedoras a través de las piezas más singulares de su producción: los cobertores.
Los cobertores son sin duda las piezas más singulares de la producción de las tejedoras. Tras ellos hay cientos de horas de trabajo, un dominio prodigioso de complicadas técnicas y una gran capacidad creativa. Se trata de obras de gran valor estético, verdaderas obras de arte, obras singulares de nuestro arte contemporáneo y patrimonio cultural. Fueron creadas por mujeres que dominaban técnicas y combinaciones numéricas y que nunca accedieron a una mínima formación académica. Aún así su trabajo fue en general mal valorado y poco reivindicado, por tratarse de trabajo femenino, realizado en el ámbito doméstico y de uso cotidiano. El trabajo en el telar era habitual entre mujeres huérfanas, solteras o con hijos fuera del matrimonio, como complemento al resto de los trabajos del hogar, del campo y del mar ya que suponía ingresos extra para la casa. Con todo muchas mujeres dejaban de tejer cuándo se casaban.
Entre todas las técnicas destaca el gurullo o levantado, que permitió a las tejedoras desarrollar su gran capacidad creativa y artística, empleando motivos de gran variedad formal y tipológica. Las tejedoras disponían de un amplio repertorio de motivos, muchos de ellos copiados de cobertores más antiguos, pero también sacados de los folletos y albumes de bordados o de creación propia.
En un primer vistazo, e independientemente de los materiales, motivos o técnica empleada, la mayor parte de los cobertores destaca por los colores intensos y llamativos, mezcladas en combinaciones que en algunos casos nos parecen casi imposibles y muy actuales. No cabe duda que se trata de los elementos del arte popular gallego en los que el color tiene más importancia. Son un grito de alegría y luminosidad plasmado por las tejedoras en sus obras.