O mandarim
Después de haber abrazado el positivismo y la estética realista, uno de los grandes novelistas de la literatura portuguesa, Eça de Queiroz, se deja seducir por la fantasía a partir del mandarim (1880).
Teodoro, el protagonista, será una noche interpelado por un ver libro: "En el más recóndito de China existe un mandarín más rico que todos los reyes que la fábula y la historia cuentan". Intentado por las ambiciones que hay mucho alimentaba, Teodoro pondrá fin a la vida de Ti Chin-Fu.