Evento: Éramos pocos y llegaron las TRIC. Claves para educar en la era digital
Éramos pocos y llegaron las TRIC. Claves para educar en la era digital
Las denominadas adicciones sin sustancia constituyen a día de hoy uno de los grandes retos de la sociedad actual, no sólo a nivel educativo y sociosanitario, sino incluso a nivel vital. Nuestra sociedad ha ido intentando adaptarse progresivamente al universo de oportunidades que el desarrollo tecnológico ha puesto a su alcance. Equipar a los centros educativos e integrar la tecnología en la actividad docente, por ejemplo, son desafíos en los que, en mayor o menor medida, hemos ido avanzando en los últimos años. Pero integrar la tecnología en el día a día de niños y adolescentes, ayudándoles a crecer y desarrollarse como personas, es un objetivo que dista mucho de ser alcanzado. Más bien al contrario, en ocasiones, el uso de las rebautizadas TRIC (Tecnologías de las Relaciones, la Información y la Comunicación), implica un serio peaje a nivel emocional, de salud y de convivencia. Tal y como vienen advirtiendo la OMS, la UNESCO o UNICEF, un uso intensivo y sin supervisión de Internet, las redes sociales, los videojuegos o el juego online puede tener serias consecuencias a diferentes niveles, asociándose a mayores tasas de ansiedad y depresión, hábitos de vida menos saludables, más acoso escolar y ciberacoso o incluso violencia filioparental.
La evidencia científica disponible no anima precisamente a la neutralidad. El uso de la tecnología no es inocuo en la adolescencia, más si cabe cuando lleva implícito nuevos patrones de interacción y nuevas formas de relacionarse, nuevos modelos aspiracionales y nuevas maneras de entender la vida. La tiranía del selfie y el imperio de Instagram, el boom de gamers, youtubers e influencers hace muchas veces difícil inculcar la cultura del esfuerzo y la educación en valores entre los más jóvenes, especialmente en una sociedad por momentos anestesiada como la nuestra.