Evento: Reimundo Patiño. O desacougo creador
Reimundo Patiño. O desacougo creador
Reimundo Patiño, nacido en A Coruña en 1936, vivió una infancia marcada por la posguerra y una dolencia ósea que el mativo encamado de los 5 a los 10 años. Sus circunstancias en esta época dejaron posteriormente una grande influencia en su obra. Una obra en la que también dejó pegada el hecho de que su vida había transcurrido entre dos ciudades, A Coruña y Madrid. Falleció en 1985, poco antes de cumplir los 50 años.
En 1949 comienza sus estudios en la Escuela de Comercio de la ciudad herculina y un trabajo relacionado con su formación será lo que el leve a vivir a Madrid en 1958. Aun así, la formación de Reimundo Patiño en todos los ámbitos artísticos que cultivó fue básicamente autodidacta. Además de pintor, ilustrador y grabador, Patiño también fue poeta, crítico y teórico del arte, prologista, y una persona con un gran compromiso político y social.
Nos sus años chicos en A Coruña funda con su amigo Xohán Casal la liga Nórdica y la Unión de Artistas Ceibes. Ya en Madrid se mostró muy activo a nivel de ideales políticos y se mantuvo siempre muy comprometido con la modernización de la cultura de Galicia.
La finales de los sesenta impulsó el colectivo Estampa Popular Gallega, que produjo obra gráfica con una fuerte crítica sociopolítica.
En los setenta fue uno de los cofundadores del Taller Redor, la primera galería de arte experimental español. Allí estampó y expuso el cómic mural El hombre que hablaba vegliota (1972), obra fundacional de la banda diseñada gallega (une en una misma manifestación artística grabado y banda diseñada). En 1975 salió a la luz 2 viajes, el primero ábum de cómic editado en gallego, lanzado junto con Xaquín Marín.
En los ochenta fue invitado a participar en exposiciones del grupo Atlántica, foco de la renovación de la plástica gallega.
Reimundo Patiño desarrolló un lenguaje artístico muy personal: expresionista, informalista, surrealista. El arte pictórico de Patiño puede describirse bajo varios adjetivos. En su concepción dramática de la pintura aparecen desde aspectos futuristas, la figuras que se mueven entre lo antropomórfico y el zoomórfico, o elementos de la tradición gallega como la inconografía vinculada a los petroglifos. La obra artística de Patiño, incluida la ilustración, refleja una revolución permanente de un imaginario muy personal y con un colorido contrastado.