Nova: Las nueve estatuas del Mestre Mateo procedentes de la Catedral de Santiago ya son BIC

Santiago de Compostela, 4 de septiembre de 2019.- El Diario Oficial de Galicia publica hoy la declaración de bien de interés cultural de las nueve esculturas atribuidas al Maestro Mateo y a su taller procedentes de la desaparecida portada exterior occidental de la catedral de Santiago de Compostela. La declaración de cada una de las obras se inscribirá de manera individual en el Registro de Bienes de Interés Cultural de Galicia y se comunicará al Registro General de Bienes de Interés Cultural de la Administración General del Estado.

La tramitación de este expediente no recibió alegaciones en el período de información pública y contó con los informes favorables en relación al carácter singular de las piezas de la Real Academia de Bellas Artes Nuestra Señora del Rosario, el Consello da Cultura Galega y el Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento, segundo estos los dichos elementos escultóricos acreditan el valor suficiente para ser declarados bienes de interés cultural, contando por lo tanto con el máximo nivel de protección y tutela previsto en la legislación vigente.

Como su origen es diversa, la declaración se realiza de manera individual y no como colección, de manera que, de aquí en adelante, cada una de ellas disfruta de la consideración de elemento singular del patrimonio cultural gallego por su significado, su origen, sus particularidades y la genialidad acreditada de su autor. Asimismo, hace falta recordar que la declaración de BIC es un reconocimiento de valor cultural que no afecta a la titularidad del bien y que supone para sus propietarios el deber de habilitar un mínimo de cuatro días de visita al mes.

Piezas reconocidas y en buen estado

Se trata de una serie de nueve piezas y figuras románicas bien conocidas y que disfrutan de notoriedad pública tras la exposición monográfica dedicada al Maestro Mateo en el Museo del Prado. Una muestra promovida por el propio centro madrileño, la Real Academia Gallega de Bellas Artes y la Fundación Catedral de Santiago, que contó con la colaboración de la Xunta de Galicia.

Las esculturas tienen una cronología comprendida entre el año 1188 y el 1211. Dos de ellas representan al Rei David y al Rei Salomón, mientras que otras se asocian con Abraham o Geremías, con Isaac o Ezequiel, con Enoc, con Elías, con un Rey bíblico, Fernando II de León o Santiago Miles Christi, y con el Profeta Malaquías. Una última pieza queda descrita de manera genérica como cabeza de estatua y columna. Los bienes artísticos incluidos están tanto en manos particulares como custodiados en instituciones públicas del taller del Museo de la Catedral de Santiago o el Museo de Pontevedra. En concreto, dos de ellas, las que representan a los profetas identificados con Abraham o Geremías, e Isaac o Ezequiel, están en la actualidad en manos de la familia Franco.

El estado de conservación es desigual en relación al diferente destino que tuvieron después de variar su posición original, pero en la actualidad, como resultado de los procesos de restauración realizados de forma previa a su exposición pública en el marco de la antedicha muestra, muestran un buen estado de mantenimiento general.

El contexto de las piezas

En la Edad Media los artistas trabajaban agrupados en los gremios y formaban parte de un taller formado por el maestro que dirigía el taller y coordinaba a sus ayudantes. Por tanto, con respecto a autoría de las piezas estamos hablando del Maestro Mateo como director de un gran equipo que fue capaz de desarrollar su proyecto para la Catedral en un plazo de algo más de cuarenta años (1168-1211).

En concreto, Mateo fue el artífice en la Catedral compostelana del principal conjunto escultórico medieval de los Caminos de Santiago, que tiene como colofón el Pórtico de la Gloria y aglutina conocimientos técnicos, artísticos, teológicos, musicales y simbólicos de su tiempo, para crear un espacio armónico de gran refinamiento espacial y plástico que no conoce parangón hasta el Renacimiento italiano.

En este sentido, antes de la modificación de la fachada occidental en el 1521 y su relevo definitivo a mediados del siglo XVIII por la actual del Obradoiro, el pórtico tendría hacia el exterior un nártex muy poco conocido hasta ahora, cuyo programa escultórico completaba su mensaje y del que conservamos una pequeña serie de esculturas, que otrora tendrían una colocación similar a la de las estatuas-columna de la parte interior del Pórtico.

La serie de esculturas, que otrora formaban de la figuración monumental que Mateo propone para la entrada occidental de la catedral de Santiago, aunque estén fuera de su contexto original, permiten la identificación del proyecto arquitectónico de la basílica compostelana. Se trata de unas obras que implicaron un profundo cambio en el templo durante su proceso constructivo, otorgándole personalidad al conjunto de la obra y completando el mensaje del Pórtico de la Gloria.