Evento: Iconos rusos: Presentación de una colección
Iconos rusos: Presentación de una colección
La exposición tiene por objeto mostrar una reducida selección de un importante depósito recibido recientemente para su custodia, estudio y exhibición en el MDPS. Lo que va a posibilitar un mayor aprovechamiento social y cultural de un conjunto de titularidad privada que prácticamente no se conocía en el ambiente museístico.
Se trata de un conjunto de más de 250 piezas, de las que casi la totalidad son iconos de la escuela rusa encuadrables en tipologías y cronologías diversas, datables entre el siglo XV y el XX, con una mayor representación de iconos producidos a lo largo del XIX, todas ellas de una alta calidad artística y de un importante valor cultural. La exposición es una antología de 35 iconos representativos de la colección, que pretende dar a conocer al público la incorporación de este conjunto.
"Iconos rusos. Presentación de una colección" es la antesala de lo que será una gran exposición temporal que incluirá la totalidad de la colección de iconos y que tendrá cabida en la nueva sede del MDPS, en el edificio del antiguo Banco de España en la plaza de Platerías.
Este conjunto de piezas es sin ninguna duda, una de las mejores colecciones de iconos existente en estos momentos en la Península Ibérica. El depósito de esta importante colección en el MDPS es una demostración del interés que existe en muchos propietarios de bienes culturales de ponerlos al servicio de la sociedad civil a través de su cesión a una institución pública que cuenta con una mayor capacidad para gestionar su aprovechamiento social y cultural. Por ese motivo, acciones de este tipo deben contar con el reconocimiento del público y servir para concienciar a la sociedad de la importancia de apoyar las iniciativas de las instituciones públicas.
Los iconos rusos recogen una tradición secular, ya que son una evolución del tipo de representación iconográfica que se inspira directamente en los arquetipos creados en el mundo bizantino. Por otro lado, es innegable su atractivo como obras de artes, con representaciones figurativas que mantuvieron su estructura, simbolismo y valores cromáticos casi sin variación a lo largo de los siglos.